Viernes, 30 de Marzo de 2012 11:46 |
No los mojes con agua, refresco u otros líquidos |
No los manches con lápiz, tinta, grasa, comida o cualquier otra cosa |
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No los dobles mucho |
No los estrujes o arrugues |
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No los entierres
No alteres sus denominaciones |
No los perfores |
No los quemes total o parcialmente |
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A ninguno de nosotros nos gusta recibir un billete manchado, arrugado, sucio o roto. Cuando los vemos así, los rechazamos y si nosotros lo llevamos para pagar lo que queremos adquirir, no nos los reciben. Por esta razón, debemos cuidarlos y tratarlos de buena forma par que no tengan mal aspecto.
Hoy existen máquinas que nos facilitan comprar cosas, como café, dulces o galleteas, que reconocen los billetes en mal estado y no los aceptan. Y otras, como los cajeros automáticos, que nos permiten hacer depósitos o retirar dinero, que solo utilizan billetes en buen estado. El Banco Central de Reserva incurre en gastos para reponer los billetes viejos y deteriorados. Los billetes son el reflejo de la cultura de los pueblos: a mayor cultura, mejor cuidados. Así, si vas a otros países, ves que los billetes son limpios y en buen estado. Un billete puede ser la carta de presentación de un viajero o turista y nos gustaría que la primera imagen del país que tenga un visitante, sea un billete limpio, cuidado y bien presentado.
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